Trucos para limpiar los rieles de las ventanas
El polvo no es el único problema que puede hacer que los rieles de las ventanas de tu hogar no circulen con la fluidez del primer día. Cualquier tipo de suciedad encuentra en estos rincones un lugar en el que florecer y permanecer. A continuación te mostramos algunos trucos prácticos para limpiar los rieles de las ventanas y los carriles de las puertas correderas.
Lo primero que debes asimilar es que los rieles son uno de los puntos que se ensucian con mayor rapidez. Casi tanto como en el caso de los cristales, aunque en estos se ve antes que en los carriles, por lo que se tiende a acumular más suciedad. ¿Cómo proceder? ¿Hay que quitar las ventanas para limpiar los rieles?
Te damos una buena noticia: no es necesario descolgar las hojas, salvo que tú lo decidas así para limpiarlos más cómodamente sin peligro o sin posturas forzadas. Veamos cuáles son los pasos para dejar los carriles de puertas correderas y ventanas como nuevas con productos caseros que tienes en casa a mano.
Paso a paso para limpiar los carriles de las ventanas
¿Qué otros elementos de suciedad pueden hacer acto de presencia en los rieles de puertas y ventanas? Junto con el polvo, que es el primero que seguro que se te viene a la cabeza, también es habitual encontrar piedras o tierra, sobre todo si vives en zonas rurales o tienes un jardín o zona ajardinada.
Sea cual sea la suciedad que deseas eliminar, el primer paso será utilizar la aspiradora de mano para hacer una primera limpia de los rieles. De esta forma quitas una gran cantidad y al mismo tiempo te permite ver hasta dónde está sucio el riel.
¿No quieres o no puedes utilizar una aspiradora? En el mercado existen cepillos de limpieza específicamente diseñados para arrastrar y eliminar con mayor facilidad polvo, tierra y polución de estas zonas. También te sirve cualquier cepillo de barrer, e incluso un cepillo de mano o un bastoncillo para las zonas más inaccesibles.
Incluso puedes limpiar los rieles de las ventanas y puertas con una vaporeta: el vapor y el calor que desprende ayuda a eliminar la suciedad más incrustada, por lo que será más fácil retirar cualquier resto en todo el conjunto.
Ahora bien, cuidado con el tipo de cepillo que utilizas para limpiar los rieles de las ventanas y puertas. No deben ser excesivamente duros para no arañar el material, pero tampoco blandos que dejen pasar toda la suciedad entre las cerdas.
Si una vez has pasado y retirado la mayor parte de la suciedad percibes que hay zonas negras o que no están completamente limpias, utiliza un cuchillo de mantequilla. Llegarás a las esquinas y podrás rascar los listones sin riesgo de dañar el aluminio o el PVC. Si además lo cubres con un trapo fino, eliminas todo de una pasada y sin perjudicar ni el riel ni el cuchillo.
Cuando no tienes a mano un cuchillo de mantequilla, puedes sustituirlo por un cepillo de dientes viejo e incluso con un pincel. Costará algo más deshacerse de toda la suciedad, pero con paciencia dejarás el riel inmaculado.
Productos recomendados para limpiar los rieles de las ventanas
¿Con qué productos limpiar los rieles de puertas y ventanas? Aun cuando puedes encontrar productos para limpieza especializados en cualquier gran superficie o supermercado, no hace falta que inviertas en ellos. La mayoría de estos utilizan como base elementos que están en cualquier vivienda.
Por ejemplo, el bicarbonato y el vinagre blanco. Su mezcla crea un producto de limpieza con efecto efervescente que actúa sobre la suciedad, se ablanda y permite una retirada más fácil sin necesidad de frotar con fruición.
El agua oxigenada está especialmente recomendada para aquellos carriles en los que empieza a aparecer moho. La condensación en las ventanas es un problema muy común en las más antiguas, por lo que hay que vigilar también las zonas más inaccesibles de los rieles.
Por último, puedes utilizar alcohol o amoniaco, si bien estos son productos químicos más abrasivos para materiales como el PVC de las ventanas y hay que utilizarlos con moderación, y sobre todo precaución: siempre con guantes y nunca directos sobre el material. Para incluirlos en la rutina de limpieza de los rieles de las ventanas mezcla cuatro partes de alcohol por una de amoniaco, y mejor disuelta en agua.